Cartagena… no porque me enamoro…

De los países que me he traído en el corazón puedo poner en mi top tres Colombia, sin pensarlo mucho, es de los lugares mas cercanos al sentimiento de pertenecer a su calidez, su energía, su alegría y su ballenato, porque si! escuchar el acordeón hace vibrar mi corazón.

En un impulso por celebrar, desconectarnos y pasar tiempo juntas nos fuimos a Cartagena, y como es normal quedamos con ganas de volver.

Repartimos los dias (que eran pocos) entre la Ciudad Amurallada y la playa, y aquí definitivamente debo decir que fue una excelente elección porque hospedarse en el casco antiguo de Cartagena es obligatorio pero tener vista al mar es la combinación perfecta.

Aqui el resumen cronológico de nuestra bella estadía.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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