Tokio

Me enamoré del otro lado del mundo, después de 14 horas de vuelo desde Estados Unidos entramos en la cultura oriental totalmente entusiasmados por explorar esa parte de Asia.

Saliendo del aeropuerto camino a nuestro hotel el primer choque cultural fue ver la calle al revés, el volante a la derecha da la sensación de que vamos en sentido equivocado, solo ese detalle nos decía que estábamos muy lejos de casa.

Tokio como cualquier ciudad cosmopolita te hace vibrar, su ritmo es tan acelerado, sus edificios tan modernos y sus calles tan transitadas que fácilmente podemos decir que es un caos pero a diferencia de cualquier otra ciudad es un caos organizado, porque el orden, la disciplina y la limpieza con la que transcurre el estilo de vida japonés no lo había vivido en otra ciudad.

Los templos que pudimos visitar no fueron muchos pero si los suficientes, antes de entrar a alguno se deben lavar las manos, la boca y en algunos quitar los zapatos, pero para mi lo mas importante es abrir la mente y el alma para de verdad comprender la maravilla y la energía que envuelve cada uno de esos lugares.

Sensoji Temple Asakusa Kannon-Do

 

Estación Central Tokio

Akihabara es la Ciudad Tecnológica de Tokio, allí cualquier “gamer” pasaría horas sin darse cuenta, está llena de animés y tecnología de todo tipo.

Akihabara

 

Odaiba

 

Meiji Shrine

 

Meiji Shrine

 

Meiji Shrine

 

Meiji Shrine

 

Shibuya

Shibuya es uno de los barrios de Tokio que marcan tendencias. La moda, la vida nocturna y el ambiente de Shibuya son sorprendentes.

 

Takeshita Street

Esta calle es súper conocida, su ambiente es diferente, aquí se consiguen los artículos mas raros o pocos convencionales, desde ropa hasta un algodón de azúcar gigante!!!

 

Eddy´s Ice Cream

 

Toyota Showroom, Odaiba

 

Casa de té

 

Casa de té

Entre muchas cosas que quería hacer, de las mas importantes era visitar una Casa de té, pasar la tarde en un espacio tan representativo de la cultura oriental, y experimentar esa paz y serenidad.

 

Disneyland Tokio

Para terminar nuestro paso por Tokio, y como un deseo explícito de mi hija, visitamos Disney, aunque la magia y la esencia es la misma que en USA, yo noté mas tecnología, mucho mas espacio y mas eficiencia…

Siempre digo que uno no debería repetir lugares, países o inclusive ciudades, porque hay tanta belleza por descubrir en el mundo que sería una lastima perderse alguna nueva experiencia por volver a un lugar ya conocido, sin embargo mi teoría cambió, Japón nos dejó con ganas de mas, con una enorme curiosidad por seguir descubriendo sus misterios, su cultura y su gastronomía, y por repetir esas experiencias que nos hicieron tener unas vacaciones inolvidables.

Gracias por leer,

Shirley

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